miércoles, 28 de marzo de 2007

UN ALTO

MOMENTO DE REFLEXION
-Eh Miguel, -empieza hablando Eugenio- usted notó que ayer estaba pensativo y me lo hizo saber, y en realidad estaba preocupado.
-¿Porqué? –pregunta Miguel.
-Porque me ha parecido escuchar que alguien está dolido con lo que digo.
-Pero cada uno dice lo que quiere, -agrega Miguel.
-Claro lo que quiera, siempre y cuando uno no moleste a alguien, -dice Eugenio, y sigue- porque se acuerda que había dicho que la pluma y la lengua no se quiebra, pero son dos elementos, que cuando se usan producen algún efecto, por eso me quedó el cosquilleo de saber si no se me había ido la mano opinando sobre el último punto.
-¿El de la homosexualidad y lesbianismo?, -dice Miguel.
-Sí, -dice Eugenio- así que lo estuve hablando con Eulalio.
-¿Y que le dijo?, pregunta Miguel.
-Que uno al hablar de ese tema se mete en camisa de once varas, y hay que tener mucho cuidado por que tal vez uno piensa algo y no lo dice bien, o le puede llegar a traicionar el corazoncito, y nos ponemos a favor de algunos y en contra de otros, o llegar a herir a unos y otros lo aplaudan.
Y entonces le pregunto a Eulalio, -continúa Eugenio- ¿Y Dios?, y que me responde.
-Sí que le responde, -dice Miguel.
-Me responde en primer lugar que Dios no está en contra de las personas. Y segundo, que El tiene autoridad para decirlo, pero a nosotros ¿quién nos nombró jueces?, Y continuó Eulalio, Así que cuando nosotros decimos algo relacionado con ello, estamos emitiendo una opinión, y ahí los responsables somos nosotros, no Dios.
A lo que le dije, entonces he dado una opinión de lo que me parecía que Dios decía.
Exactamente, me contestó, y eso tal vez no es bueno.
-¿Y ahora?, -vuelve a preguntar Miguel.
-Ahora, -dice Eugenio pensativo- ahora solo me resta pedir disculpa de todo corazón si he herido la susceptibilidad de alguien, jamás ha sido mi intención.
-Bien, -dice Miguel- entonces por hoy lo dejamos aquí, mañana continuamos con los temas.
-Si, por supuesto, -dice Eugenio, solo que ahora teniendo más precaución.
Hasta mañana
-Hasta mañana, -contesta Miguel.
Y como siempre nos despedimos con el cuento cordobés:
CURDA
Llega el curda al mercadito y pide:
-¿Oiga, tiene una damajuana de vino de 10 litros?
-Si señor. ¿Trajo el envase?
-Con él esta hablando.

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