viernes, 30 de marzo de 2007

SEXUAL: EL SEXTO DE LOS SENTIDOS (I)

¿SERÁ EL ÚLTIMO AQUÍ?
Para hoy habían dejado Eugenio y su amigo Miguel el leer la definición de “sentido” en un diccionario.
-Bien Eugenio, -dice Miguel, abriendo el diccionario:
Sentidos: “Cada una de las FACULTADES que tiene el hombre o animal de recibir por medio de determinados órganos corporales la IMPRESIÓN de los objetos externos.
-Para ayudarnos, por favor busque facultad, -dice Eugenio.
-FACULTAD: aptitud, capacidad, -lee Miguel y sigue- Potencia física o moral.
-Y si buscamos también potencia, -vuelve a decir Eugenio.
-Bien, -dice Miguel, lo encuentra y lee- Potencia por potencia se entiende: fuerza capaz de producir un efecto.
-Y tal vez otra palabra que faltaría aclarar es Impresión, -dice ahora Eugenio.
-Está bien, -vuelve abrir el diccionario Miguel y lee:
IMPRESIÓN: efecto producido.
-Entonces, -dice Eugenio- podemos decir sin temor a equivocarnos, que todo objeto, (cosa o persona) que toca sus miembros u órganos sexuales producen una sensación, un efecto positivo o negativo.
Y por supuesto este sexto sentido, así también como los otros se interrelacionan como mostraré un poquito más adelante.
Pero si diré ahora, que este sentido sexual, también como los otros sentidos puede tener tanto, problemas físicos como psíquicos.
Si son físicos probablemente con la medicina puedan llegar a solucionar el problema, además existen varias alternativas que complementan la medicina.
Si son psíquicos, el solucionar sus problemas, para que pueda disfrutar de este sentido, va a depender de él, de su familia y de la sociedad, para lograr una formación que le permita armar y formar su propia personalidad, su propia identidad.
-A ver, a ver, -dice Miguel- lo he escuchado atentamente, pero primero, usted aquí habla de estímulos exteriores y estímulos interiores. Para mí los sentidos siempre han tenido estímulos exteriores. Acláreme un poco más, más aún; déme fundamentos más sólidos para entender porqué el sexual es el sexto sentido, no se olvide que para mí esto es algo nuevo.
-Tiene razón y empecemos con lo primero, -dice Eugenio.
-Espere, -lo corta Miguel- que tal si lo dejamos para el lunes.
-Bien, bien, -ahora dice Eugenio- pero que tal si también proponemos algo más.
-¿Cómo qué?, -pregunta Miguel.
-Que si hay alguien que nos escucha, -dice Eugenio- que por favor nos diga, para seguir hablando fuerte, sino hablaremos para nosotros, bajito.
-O puede ser que nos tengamos que cambiar de lugar, -termina diciendo Miguel.
Bueno, estos personajes han hecho un desafío, veremos que pasa si para el lunes no recibimos algún mail de los que están del otro lado. Por ahora terminamos como siempre con el cuento cordobés:
Se encontraban dos amigos en la carnicería:
-¿Viste que murió el piojo Fune?
-¿De qué?
-De muerte.
-No, digai, ¿y que tenía?
-Un kiosco.

1 comentario:

オテモヤン dijo...
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